Juan Gutiérrez (Forja Artística)

Juan Gutiérrez Durán

La Forja-cobre

Calle la Condamine 3-18, Subida de El Vado

Telf.: 2826-890

Cel.: 098-525-811

jgutiz8@hotmail.com

Sitio Web

Soy la cuarta generación que sigue laborando este oficio, es ancestral.

¿Quién es su papá?

Mi papá es José David Gutiérrez Avilés, que todavía vive, está en los 75 años, hace 5 años que no ejerce la profesión. Es él quien ha enseñado a todos los maestros que hay aquí en El Vado; el taller de al lado es de mi primo que aprendió de su papá, que es mi tío y cuñado de mi papá; el taller que se encuentra más abajo es de mi tío que aprendió de su hermano y su papá;  y el taller que se encuentra más abajo, al final, es de un  oficial que era de mi papá.

Su tío el que le enseño a su papá ¿Cómo se llamaba?

Se llamaba Don Carlos Astudillo.

¿De qué se trata su oficio?

La hojalatería viene más porque antes se trabajaba en hojalata. La hojalata, antes de que salga el plástico, se utilizaba bastante para hacer lavacaras, que servían para lavar los trastes en la casa, las cuales servían para lavarse la cara, las jarras, baldes etc. Todas estas eran cosas utilitarias que se  usaban cotidianamente, pero ahora prácticamente ha desaparecido.

¿Qué objetos hace?

Desaparecen con el plástico lo que nombré anteriormente y se empieza a realizar en la hojalatería, cantarillas, bebederos, comederos, cosas utilitarias para la agricultura, ganadería, avicultura y a más de eso mi papá empezó a hacer alambiques, poco a poco va aprendiendo y empieza a desarrollar esta técnica. Hace años eran más los trabajos de los alambiques, también nos dedicábamos a las canales para el agua lluvia de las casas.

¿Cómo evoluciona ahora el oficio? ¿Es más arte que artesanía?

Bueno trato de mantener lo artesanal. Más ando dedicado ahora a lo que es artesanía artística, trato de mezclar cómo ustedes pueden ver en el local un poco de cincelado de forja, de lo que se me viene a la mente para tratar de tener un poco más de acogida y gracias a Dios se está logrando ya que hay bastantes turistas que están visitándome.

¿Cómo aprecia usted el oficio?

Yo creo que soy un artesano, porque manejo el oficio y todas sus técnicas. Artista es aquel que maneja y domina el oficio; aunque algunos me digan artista más que un artesano, más importante para mí es que la gente me diga que soy un señor, ya que para mi esto significa mucho.

¿Artista es aquel que no sabe del oficio?

Lamentablemente por eso está en decadencia lo que es arte. Uno todavía admira las cosas simples, pero si vemos como están hechas esas cosas simples; por ejemplo, si pasamos por un parque y vemos una piedra tallada, a lo mejor ni le prestemos mucha atención pero si vemos al señor que está haciendo eso, vamos a ver lo calificado y lo importante que es, por que ahí se va parte de  la vida de una persona. Es igual cuando yo forjo las cosas es todo a golpe, todo a mano casi no tengo aquí herramientas automáticas ni semiautomáticas, nada. Más la autógena y la dobladora, pero más son los martillos y los mazos.

¿Aquí no hay moldes ni productos en serie?

No. A veces me mandan hacer cosas bajo pedido como piezas únicas, que se les recarga más el costo. A veces se repite unas cinco, seis o siete veces una obra pero más de eso no, en otros trabajos.

Sus trabajos, ya a un nivel artístico ¿en qué casas están?

Gracias a Dios, ahora evolucionado bastante en los últimos 5 años y los medios de comunicación me han ayudado, porque me han hecho muchas entrevistas, tanto en la prensa, radio y en la televisión.

Esto nos ha permitido mostrar un poco más como es mi taller y mi trabajo, como decía el Dr. Gustavo Vega algún rato: “tú eres parte del patrimonio de Cuenca”, a lo que dije, gracias son muy lindas palabras, pero lamentablemente todo queda en eso, en palabras. Me han llegado a conocer al menos por la Tv y ha llegado a mi taller gente de Guayaquil, de Quito de muchas partes. Yo tengo un trabajo que hice hace diez años atrás para el hotel Palma Royal en Galápagos, Santa Cruz, para este lugar se realizaron muchas cosas en cobre. Hay mucha gente que lleva de aquí para el extranjero, para los EEUU, Nueva Zelanda, Austria, España, etc. Gracias a Dios la gente europea todavía aprecia esto que está hecho a mano ya que esto allá se perdió.

¿Qué es para usted El Vado?

Toda mi vida hemos trabajado en este barrio. Papá en este sector ha vivido 55 años, prácticamente toda su vida ha estado aquí, nos hemos desenvuelto aquí en el taller. Desde muy guaguas hemos visto a papá trabajando, por eso digo es algo genético, siempre hemos estado ligados al taller.

El Vado ya no es sinónimo de peligro ahora, hay mucha gente de aquí que tenemos valores y estamos tratando justamente de poner en alto al barrio. El Vado es gente sincera, como es la gente de Cuenca, con mucho corazón, gente amable, eso somos los cuencanos y El Vado no es la excepción.

¿Cómo recuerda al Vado de su niñez?

Treinta años atrás esto era casi peatonal, no había muchos carros, la gente se movilizaba en bicicleta, había las mulas.

Estas casas de aquí eran  posadas, la gente llegaba como a pernoctar aquí en la noche, para el siguiente día regresar a los lugares  que vivían, como: Tarqui, Molleturo, Chaucha. Esta es la entrada a la ciudad, por la parte baja de la cruz, algo que la gente ya no practica es que solían santiguarse o persignan- do al pasar por la cruz, ahora esto se ha perdido. No sé si se ha perdido la fe, era  tradicional.

¿Usted no cambiaría este lugar por otro?

No. Es la entrada a la ciudad, la gente va viendo, va observando por sus carros; mucha gente dice no puedo parar, pero es una vitrina. Otra cosa es que salgo y veo la naturaleza por todos lados, la orilla del río que suena, los pájaros que trinan y uno vive con eso.

¿Cuál producto tiene más salida?

Las cosas utilitarias y decorativas, ahora estoy más con lo que es decorativo. La gente está llevando más eso.

¿Vende más las cruces?

Si, de todo. Cruces, las olletas que son prácticamente una reliquia, las pailas de cobre que todavía la gente gusta para los sancochos y todo eso.

¿Utiliza ciencia para fabricar los alambiques?

Claro, de ley hay que saber, ya que todo va construido en escala. Por ejemplo, aquí vemos un pequeño alambique que da un litro de alcohol cada veinte minutos, allá hay un pequeñito que da una copa de alcohol cada veinte minutos, igual realizo grandes, hace 15 días hice un grande de 400 litros. Todo esto se está haciendo.

¿Cuál es la mayor obra en la que  participó?

Lo que le dije, el trabajo allá en Santa Cruz, Galápagos. Realicé muchas cosas grandes como: lámparas, duchas grandes, lavabos, partes para los baños, todo en cobre. El hotel se llama Palma Royal.

¿Cuál es su relación con las instituciones culturales de la ciudad?

Mala. Ya que nunca me han ayudado y al menos nunca han tenido contacto conmigo.

¿Y con las instituciones de la ciudad?

Bueno a doña Ana Abad le habían encomendado que haga un libro sobre la hojalatería en la ciudad, ya que están preocupados de que se está perdiendo esta profesión. Lamentablemente hojalateros aquí creo que no pasamos de diez, hay mucha gente que se dedica a la rama de la hojalatería que es hacer los canales y esos hay bastantes, pero alguien que ejerza la profesión haciendo un montón de cosas pequeñitas y fuera de eso uno trabaja bajo pedido también, para muchas personas que a veces tienen que adecuar tal o cual cosa, igual se los hace.

Con el CIDAP  hace años les pedí ayuda para exponer, me llevó un amigo allá, pero esa vez me dijeron que hacía “cosas chuscas”, de lo cual cogí mis cosas y me retiré, es cuando recién empezaba a cincelar. Ahora que han visto que he evolucionado, desde hace unos cuatros años atrás me viven invitando y me dicen que cuando yo desee haga una exposición, pero no se debe manejar así las cosas, primero hay que formar para después decir algo…

¿Entonces las cosas se quedan solo en la preocupación?

En la preocupación y hace un año atrás mi tío que es del Gremio de Hojalateros había tenido contacto con el CIDAP y la Escuela de Diseño de la UDA, después del libro quisieron hacer cosas en hojalata, yo tengo unas hojas con rubros de todo el proyecto, empezaron a decir que estaban bastante preocupados porque está desapareciendo, que querían enseñarnos, les respondí que si están tan preocupados que les enseñen a los alumnos el oficio. Yo soy el más muchacho de los maestros de aquí, ellos tienen sobre los 60 y pico de años. ¿Qué les pueden enseñar, a dibujar o diseñar?, eso no es así… mejor quedó ahí la reunión, ya nunca más nos han invitado. Uno primeramente no tiene tiempo para dedicarse a esas cosas.

¿Y el Municipio, la Casa de la Cultura?

Nada. Es más, ellos sacan afiches y nunca ponen ni siquiera mi nombre. Ponen el nombre del que toma la foto y no donde queda y de que ciudad es. Yo le digo esto porque justo un sobrino mío el año anterior se fue a un encuentro de turismo en Quito y había visto un banner inmenso con la foto de mi taller, pero cuando se acercaban a preguntar en dónde queda esto, nadie sabía dar razón. Eso digo ¿qué clase de turismo hacemos?. Mostramos el lugar, pero no mostramos en dónde queda o quién es, al menos que siquiera pongan Cuenca-Ecuador, para saber que allí queda, pero no hay tal cosa. Gracias a Dios en Vistazo ya nos han hecho dos reportajes, la primera vez igual tomaron una foto, esta vez le tomaron a papá y no pusieron el nombre ni el lugar. La siguiente vez les hicimos caer en cuenta, pidieron disculpas y sacaron.

¿Existe conocimiento de la gente?

Con los turistas es más. Mire lo que pasa, el cliente que recién paso, él es de Cuenca, y nunca ha sabido que este taller existe aquí. Entran al taller y se encuentran con cosas que creen exclusivas de Europa o de los países desarrollados, mentira, aquí tenemos todo. Más bien allá ya no hacen esto. Siempre hay el regateo, la conversación, hoy en la mañana estaba un señor de Dinamarca y me fue comprando unas cositas.

¿Los clientes regatean siempre?

Sí, sí, sí. Eso es lo típico. El regateo y siempre dicen que uno tiene bueno el carácter y esa es una forma de atraer el turista para acá, ya que eso es lo que se vende, la imagen, porque ellos van ha hablar bien de la gente y van a regresar. Hace falta de promoción directa, salir de el anonimato, deberíamos estar dentro de las estadísticas muchos artesanos, como artistas que la mayoría somos invisibles pero excelentes. Se debería dar un paso en esto.

¿Qué le hace falta?

Dinero, pero gracias a Dios tengo salud, me gusta lo que hago, es lo más importante.

¿Cómo atrapa el espíritu de las aves, los colibríes en sus obras? Parece que vuelan

Eso es forjado y cincelado y lo que más me encanta es la naturaleza, tengo unos búhos, un armadillo, una libélula, unos gallos, un escorpión y los colibríes. Donde esta mi casa, por San Joaquín hay seis variedades de colibríes, les pongo agua a que vengan a tomar, me encanta verles volar, a veces se meten a la casa, los cojo y los saco; es algo impresionante y son mágicos. Son como dardos vivientes, lo que más trato es de apegarme a la naturaleza y no cambiarle nada, soy un copista exacto de lo que es la naturaleza, trato de poner esa realidad en las cosas que realizo.

¿Cómo es su proceso creativo? ¿Usted puede anticipar el objeto que saldrá de la hojalata?

Yo lo tomo como un reto, cuando me pongo hacer ciertas cosas, por ejemplo, cuando empecé con el colibrí nunca pensé que me iba ha salir tan bien, es un reto y visualizo cuando todo está acabado, más me dejo llevar de la gente, mis amigos, artistas que me visitan y de la gente cotidiana que me ordena hacer una sueldita, la gente del campo, gente humilde, sincera. Cuando nosotros vamos a los museos y hay algo que no nos gusta, decimos sí está bonito, por compromiso social, en cambio ellos son directos, llegan aquí y si algo no les gusta dicen están feo. La gente del campo no accede a un museo pero a mi taller entran desde lustra botas, etc. Y ellos son los críticos que en realidad me hacen ver que estoy yendo bien o mal.

¿Cuáles son sus herramientas?

Tengo una autógena una soldadora eléctrica, una dobladora, un taladro, un esmeril, una cantidad de mazos de madera, martillos, tijeras, playos, cinceles y esta es toda mi herramienta y mis manos.

¿Está su oficio en peligro de extinción, es decir la hojalatería artística?

Comentando con unos señores de Quito me decían que prácticamente soy el único en Cuenca. En el Ecuador no sé.

¿Les enseña el oficio a sus hijos?

Ellos vienen en las vacaciones. Están estudiando, tienen otras metas, a lo mejor algún rato les guste como “hobby”, podrían subsistir de esto tranquilamente, están viendo que yo soy el único sustento de la casa y está saliendo todo de la mejor manera. Ellos en algún momento le tomaran cariño a esto, porque gracias a Dios es rentable, aquí no me manda nadie, hago lo que deseo y cuando no tengo mucho trabajo me dedico a crear un poco de las ideas que tengo, de lo que me gusta. Si tuviera  dinero dejaría de hacer cosas utilitarias y me dedicaría a hacer solo cosas en cobre o bronce, tengo un horror de ideas.

¿Qué materiales usa con más frecuencia?

Más el cobre, hojalata, zinc, metal amarillo, bronce, el tol de hierro con el que hago los colibríes, el acero inoxidable para realizar cosas utilitarias como las cantarillas. Todo el material lo traigo de Guayaquil, en especial el cobre y bronce.

¿Mucha de su materia prima proviene del reciclaje?

Sí, compro el cobre, el bronce para tratar de reciclar, para lo vaciado. Pero de ahí ya en el resto ya no hay como. Hay que comprar las planchas.

¿Cómo ve el futuro de El Vado?

Gracias a Dios se avanza a pasos agigantados. De ahí El Vado está cambiando de identidad, se está saneando el barrio, ya no hay mucha gente dedicada a robar. Se está cambiando, se está renovando, poniendo locales dedicados al arte, porque Cuenca se merece esto y mucho más.

¿Hasta cuándo en su oficio?

Tengo 44 años, soy joven. Lo haré hasta cuando Dios diga, hasta aquí no más.

¿Qué planes tiene para su taller?

Ninguno, así como esta es la esencia. Es como cuando uno entra a una panadería donde están horneando el pan y está en contacto directo con la esencia misma de donde se quema, donde se hace, eso les atrae bastante a los turistas. He tratado de darle un poquito la facha de una galería, pero manteniendo el taller porque ahí está el espíritu del oficio. La gente a veces como que no creen lo que ven y dicen “tú mismo haces estas cosas”, los Cristos, las cosas talladas. No creen que sean hechas a mano, pero cuando me ven realizándolo la gente se convence, eso es bueno, porque no hay documentación de lo que yo hago.

¿Es ésta su vocación?

Esta es mi vida. Esto es lo que me gusta. Cuando las personas hacemos lo que nos gusta creo que no hay nada que nos venza, muchos me dicen “has una exposición para que te conozcan”, a mí me conocen bastantes, al menos no tengo ese ego de querer ser exhibicionista.

¿Esta peleando con la modernidad?

En el 2006 salí en una revista norteamericana de forjadores, la cual circula en EEUU y Canadá, me dedicaron dos páginas.

Me preguntaron por qué no compro un martillo automático que hace todo el trabajo, lo único que uno hace es sostener la pieza con la mano, pero no es lo mismo sentir los golpes con la mano, se va parte de uno allí. Lo que decía un amigo “son golpes que traspasan las sombras y rompen los misterios”. Se va parte de uno.

Homenaje a David Gutiérrez Avilés

Libro Un Forjador de la Cultura

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10 pensamientos en “Juan Gutiérrez (Forja Artística)

  1. felicidades exelente reportaje.
    ellos son los unicos y verdaderos constructores de la verdadera riqueza de nuestra patria la misma que se perpetuara en el tiempo como algo exclusivamente

  2. HECHO EN EL ECUADOR o mas especificamente «MADE IN CUENCA».
    Que tus talentos sean bendecidos todos los dias y que alcances para beneplacito del ser humano la exelencia de tus creaciones felicidades. desde New York.

  3. Felicitaciones por el formidable trabajo que han realizado para dar a conocer más de la vida y las obras que tiene el Vado.

    Siempre orgulloso de ser cuencano gracias a su gente, artesanos, comida, paisaje, etc.

    Juanito muchas gracias por ser como eres y sigue con este arte siempre para adelante

  4. Soy de Puerto Rico residente en los EEUU y tuve la oportunidad de visitar Cuenca. llevandome la mejor de las impresiones. Sobre todo de el sector de el Vado y de manera especial el arte de el taller la forja. felicidades

  5. Hola como ecuatoriana q vive lejos de mi hermosa Cuenca me siento muy orgollosa de nuestros artesanos. Felicidades y sigan adelante con su valioso trabajo.

  6. ME ENCANTA LAS PAILAS, EN ESTE MOMENTO TENGO 64 HECHAS POR GITANOS QUE VIVEN EN MI PUEBO. SAN JUAN DE COLON ESTADO TACHIRA VENEZUELA. LO FELICITO POR SU ARTE.

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  8. Es muy grato saber que existen artistas como usted.
    Soy mecánico industrial y por pedido de mi cuñado he empezado a fabricar una espada, pero la empuñadura es de bronce, podría usted ayudarme haciendo dos caras de serpiente en un eje de 18cm de largo y diámetro de 35 mm.
    Gracias por la atención
    Saludos desde Quito

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