Juan Paredes Museo del Sombrero

Juan Fernando Paredes Roldán

Museo del Sombrero

http://www.sombrerosecuatorianos.com/

En la Calle Larga 10-41

Fundación Paredes Roldán

Presidente de la Cámara de Turismo del Azuay

Las opiniones vertidas en esta entrevista son de exclusiva responsabilidad del entrevistado.

¿En El Vado comienza la historia de los Roldán?

Allí comienza, nace allí. Luego pues vino el desarrollo de 10 hijos, que obviamente esa es ya otra historia.

¿Qué es El Vado para Juan Fernando Paredes?

La vida misma, porque mi abuela cuando fallece mi abuelo, adquiere una casa en El Vado. En la Presidente Córdova y Juan Montalvo, en pleno Vado. Ahí nace la historia de la familia Paredes-Roldán, porque esa era una casa medio señorial más bien, una casa de tres patios, de la familia Roldán, de taita Juan de Dios Roldán, que era mi abuelo y en esa casa pues obviamente vivía mi madre, una señorita simpática, agraciada, en la cual taita sapo Paredes, para poderla conquistar a mama Rosita, pone en arriendo una casa pequeñita que tenía en la Juan Jaramillo cerca de la Mariano Cueva y les conquista a los papás. Arrienda la casa propia para pasarse de arrendatario a la casa de la que era la mujer de sus sueños. En esa época el tema del noviazgo y del vacile era una cosa complicadísima, no era posible ir a visitar a las chicas. Nos cuentan a través de un artículo que tenemos por ahí muy simpatiquísimo, que él muy a lo y por eso el apodo, muy a lo sapo, en vez de estarle cortejando desde afuera, el consiguió vivir adentro. Entra a la casa como arrendatario y como era un tipo que había estudiado contabilidad y tenía una cartografía espectacular, papá empieza a cortejarle y mientras venían las otras personas que le cortejaban, él le cortejaba desde adentro y se lleva a la dueña de casa con todo y casa. Esta era nuestra magia allí, en El Vado. Mi padre después llega a ser presidente vitalicio de El Vado.

¿Cómo llega a relacionarse tu papá con el negocio del sombrero de paja toquilla?

Mis abuelos fueron escribanos y los abuelos de mi madre eran hacendados. Mi abuelo Juan de Dios Roldán fue dueño de una hacienda de 21.000 hectáreas en la zona de Soldados, que se iba hasta Chaucha, Santa Marta, San Antonio, San Gabriel. Todo eso era de mi abuelo Juan de Dios. La historia es simpática porque mi abuelo se casa dos veces, mi madre es producto del segundo matrimonio. Cuando mi abuelo muere, mi madre y mi abuela heredan toda la hacienda esa y cuando mis tíos, mi tío mayor tenía apenas 11 años. Les toca administrar una hacienda que tenía cuatro haciendas a los 11 años. Entonces todo eso genera un cambio espectacular. Entonces mi padre cuando igual se casa con mi madre, bueno el nunca vivió en la hacienda, porque a él nunca le gustó el campo, entonces tenía todo un concepto económico, de una bonanza económica, porque la abuela tenía cantidad de propiedades en Cuenca, entonces mi madre hereda la propiedad en la cual está la casa ahorita. Era de su abuela y de su abuelo, por eso a la larga siempre digo que nosotros estamos allí 114 años.

¿De generación en generación?

Pero con escrituras. Hay una escritura que dice que nosotros somos dueños desde la Calle Larga, que antes se llamaba Gonzalo Córdoba, hasta la mitad del río. Porque a veces el río tenía sus curvaturas y se robaba terreno. Entonces la mitad del río es de nosotros. Vivir cerca del río era un privilegio en su momento, con una orilla bien grande, por el problema del agua. Al tener el agua, tenías todo. Entonces se gozaba de cierto privilegio. Mi padre, al casarse con mi madre, obviamente  generan 10 hijos y se vuelve comerciante, nunca le gustó ser dependiente, comenzó trabajando para algunas empresas aquí como dependiente contador, pero descubre que el mundo estaba en Guayaquil con el comercio y empieza a traer cantidad de productos, como comisionista, agente vendedor en esa época o comisionista. Y hace su primera importación, su primer encuentro con el mundo, haciendo una importación con una persona de Azogues, el capitalista y trae los clavos de media, que no había. Había los clavos de 1, de 2 o de 3 y era un problema para los bocatapas, para los zapatos y se daban problemas serios, porque había que cortar los clavos, entonces importa los clavos de media, de una y media, de dos y media, de tres, porque hay más medios. Entonces hace la importación de clavos y con eso comienza todo, el mismo vendía sus clavos, fue un comerciante. Papá siempre fue un comerciante, traía casimires, todo lo que sea porque a la larga tenía que dar de comer a todo un batallón. En una de esas oportunidades, en los años 70, hay un involucramiento especial con el tema del sombrero, porque el sombrero siempre tuvo su importancia. Es un tema que se debe investigar, porque hay un olvido mental mayúsculo en Cuenca, entre 1940 y 1970. Casi todo el mundo se olvida del tema de la paja toquilla.

Exacto, pero ¿te parece real ese olvido?

Sí, pero con una amnesia total. Porque a la larga nadie se acuerda, nadie se quiere acordar de esa época. e juro, nadie quiere hablar de esa época.

¿Tal vez porque la gente migró, se fue a la costa a comerciar, a Guayaquil?

Pero eso no hace que te olvides de que tus raíces han sido la paja toquilla. Así como la cascarrilla, ahora casi nadie sabe que es la cascarilla, cuando la riqueza de Cuenca se fundamenta en la cascarilla y en la paja toquilla. Entonces esto vale la pena rescatar, porque no creo que sea demasiada coincidencia de que Cuenca sea tan rica y que al mismo tiempo exista un bache histórico, un bache histórico increíble. Volviendo al tema, mi taita asoma con el sombrero y llega a un nivel en este sector muy interesante, tenía una máquina de escribir, se sentaba y mandaba al mundo exterior alternativas de negocios y por ahí asoma, le escribió, alguien le pide sombreros desde el Brasil y el tipo contesta, muestran van, muestras vienen y hay también una cosa simpática porque se pierde una carta con un pedido, cuando hacen el negocio, el tipo había depositado la plata y se pierde la carta cuando faltaban 15 días, el otro día me encontré con un nieto del señor que se llamaba Salvador Pacheco Moreno, se pierde la carta esta en la cual venía la carta de crédito y la concreción del pedido. En aquella época las cartas de crédito tenían un tiempo pasado el cual dejaban de tener validez y faltaban 15 días para mandar los sombreros. Eran 500 sombreros y el proceso demoraba alrededor de 2 meses y el tipo con la carta, era como tener el dinero en la mano y se desvanecía si esto ocurría, era impresionante. Como era tan amiguero también el viejo, va a verle a este señor Salvador Pacheco Moreno y el tipo ha tenido los sombreros apiñados, listos para mandarlos a Guayaquil y se había peleado con el señor de Guayaquil. Entra mi viejo y le muestra la carta y le entrega los sombreros y comienza la parte de la exportación de sombreros. Luego ya se dedica al tema, pero antes de eso, en el 46, ya empieza a viajar al Perú llevando cantidad de mercadería, entre esos sombreros de paja toquilla, entonces por ahí nace el concepto de la paja, por el 46, luego de eso ya la parte fuerte del comercio en los años 70 más o menos.

¿El interés del negocio era de la familia o era negocio de tú papá?

De hecho que era negocio de papá. Papá era de esos viejos que eran absolutamente autoritarios, el negociante era él. El me permitió a mí ser negociante porque era el último, de ahí el tema no era así. Papá tenía una visión muy interesante, mi hermano Enrique y mi hermano Jorge son los primeros que salen fuera de Cuenca para intercambios estudiantiles a través del American Fell Service, que era aquí una locura. Papá tenía una visión del mundo, interesante, el no salió de Cuenca hasta 1980, pero mi hermano Enrique ya salió en los años 70. Yo me acuerdo que era distinto cuando el guambra se fue, fue un farrón, un farrón de 8 días, porque el hijo se iba a los Estados Unidos. La preocupación de que el mote de mi hijo y todo ese concepto de las cosas, de un desarrollo hacia la cultura, de ver al mundo de otra manera, traer al mundo más cerca. Mi taita también muy pilas, porque antes todo se hablaba en inglés, entonces necesitaba traer alguien que hable inglés y aquí no había nadie que hable inglés. Le manda al hijo afuera un año y le trae como profesor de inglés del Abraham Lincoln, uno de los primeros cuencanas que fue profesor del Abraham Lincoln, cuando se abrió aquí el tema y el hombre fue un intermediario espectacular para el negocio porque hablaba inglés, que era el lenguaje del negocio. Fue esa ligazón que tenía, todos mis hermanos obviamente tienen su título académico, básicamente hoy los Paredes son 6 Paredes que son profesores en la universidad, más las esposas, es un grupo fuerte.

¿Y el único negociante tú?

Al final yo me dedico a la paja desde que nazco.

¿En qué año fallece tu papá?

Mi papá fallece en el 79.

¿Desde ese año te dedicas tú al negocio de la paja toquilla?

Ya tengo en esto 30 años. Por ser el menor, me tocaba a mí ser el guambra de los mandados, obviamente eso me involucró terriblemente con la paja toquilla, ya mis hermanos como tenían ya su título académico, eran profesores, eran esto, lo otro. Además papá era al revés, tu querías estudiar y no es que se aprovechaba como es ahorita, mijo primero estudie y después diviértase, no papá era primero, el traía máquinas de coser por ejemplo y decía me dan armando las 10 máquinas y se van a clase. Mis hermanos me contaban eso no, ahorita a los hijos les dices vaya no más hijito, vaya, vaya, yo armo las cosas. Importó máquinas de coser, reverberos, entonces les ponía a mis hermanos en fila, primero arman esto y luego se van a clases. En cambio yo, toda la vida, yo me dediqué a la paja toquilla todo el tiempo, desde que era chiquito. Yo aprendí a manejar a los 11 años, a los 12 yo ya andaba en un carro atrás con los sombreros de paja toquilla, dejando a las secadoras, me puse a revisar los sombreros, ha hacer todo el proceso, más bien yo me separo de papá después de que yo me caso y mi mujer tenía una hacienda acá cerca de Pasaje, entonces me salgo del negocio y voy a dedicarme a la hacienda, cerca de 4 años en los que desligo totalmente del tema de la paja toquilla y en ese lapso también me voy a los Estados Unidos también 10 meses, regresé y me independicé del tema y me dediqué a otras cosas, como a una oficina de venta de libros y otras cosas más y mi padre nuevamente me coge y me dice que retomemos el asunto y vuelvo nuevamente a la paja toquilla. Toda la vida me ha apasionado, es una cosa a la cual yo le debo mi vida. Logré viajar más que todos mis hermanos, he estado más de una docena de veces en Europa y así por el estilo, todo en función de la paja toquilla. Soy un agradecido espectacular de lo que es el sombrero en mi vida, que te puedo decir.

¿Cómo ves el futuro de toda la industria de la paja toquilla?

El sombrero de paja toquilla es un clásico.

¿Crees que siempre habrá demanda?

Es que hablamos de un estilo de vida. Yo le comparo mucho con un reloj, entre un Omega y un Rolex. El sombrero de paja toquilla fue enfocado hacia el mundo de la clase media alta. Yo creo que todo el mundo de clase media alta sabe distinguir entre un Rolex y un Omega. Yo no te digo que no lo tengas, pero creo que sí sabemos de lo que estamos hablando de un reloj Omega o de un Rolex. Yo tampoco tengo un Rolex, pero sabemos que existe. Eso es un Panama Hat en el futuro, es una cosa legendaria. A nivel mundial la gente lo conoce, lo vive, a veces no lo tiene.

¿Cuál es la fortaleza de la artesanía?

La gente dice que es un medio de vida, siempre fue eso. Pero siempre fue también vilipendiado, por Dios, maltratado. De pronto, llegó gente que dijo que es un sector de explotación bárbara, siempre se manejó así, siempre se vio al exportador como el malo de la película, al intermediario como un perro, terrible. De pronto estamos pagando muy bajo precio por el sombrero, pero es increíble, yo no le conozco al explotado, yo no sé a que señor le estoy tratando mal económicamente, porque a la larga yo no me considero un tipo mala gente. Entonces yo no sé a quién estoy explotando realmente, esto no es una fábrica como pasa en Indochina o en otras partes; en las cuales la gente entra a las 08h00 y sale a las 20h00. Vos les vez a los artesanos, que van tejiendo sus sombreros por los caminos, ¿tienen acaso cara de explotados? Y no solo en las caras, en las fotos, son gente alegre, porque el momento del tejido es un momento mágico, porque el sombrero tiene vida, por Dios. ¡Esta una cosa mágica! Como todo proceso, lastimosamente el tejedor no puede exportar, lastimosamente. Haga lo que haga el gobierno, ¡jamás el tejedor va a exportar!, porque nadie te compra 5 sombreros, ellos compran 100, 1.000 para exportar. Es un proceso que tiene las mismas características de millones de productos, de cientos de productos, con la única diferencia que aquí si existe un impacto social, porque además existe un impacto social bien interesante y me encanta hablar de esto con la gente, porque hablamos de que en la cara no se les ve que son explotados y ahora les dicen que son explotados porque alguien les dijo que son explotados, pero en la cara no se les ve, los guaguas no tejen a la fuerza, los guaguas están jugando alrededor de un plato de mote y están viendo todo, es el rato en el cual está la gente, es el rato de la familia, por Dios, quítales el sombrero y que se pongan solo a ver televisión, de qué estamos hablando, porque eso es lo que se nos viene y la televisión no es nada agradable para el tema cultural. Aquí lo que no se está queriendo rescatar es algo que es nuestro, realmente, porque el Panama Hat es nuestro, yo no me canso de decir Panama Hat. Todo el mundo lo ha dicho, a mí me encantaría que ustedes los del mundo de la cultura o la gente del gobierno lo pudieran posicionar como Ecuadorian Hat, pero el tema es el daño que se genera con la ignorancia absoluta de gobernantes que quieren hacer los cambios a través de un escritorio, porque son de un chauvinismo espectacular, de que deben llamarse Ecuadorian Hat. Nosotros no seamos torpes, por Dios.

¿Quizás porque la marca Panama Hat está posicionada en el mercado?

Absolutamente. En 1610 el sombrero (como Panama Hat) ya estuvo posicionado en Francia, ¡y el Ecuador nace en 1830! Son doscientos años de diferencia. Qué tal si se llamaba la Gran Colombia Hat. Seamos concretos, el Panama Hat nació antes de que nazca el Ecuador, la fama del sombrero va mucho más allá de la historia del Ecuador y Panama Hat se llama solamente porque fue un hecho circunstancial, porque por allí se iban los sombreros. A veces nos preocupamos de cosas tan pequeñas, antes todo venía de Taiwán y solo Taiwán es China, no. Pero los productos llegaban a través del puerto de Taiwán. Igual, por temas de la colonia, el puerto de Panamá era el puerto de salida de los productos de Sudamérica y el sombrero tiene un rol histórico importantísimo porque en esa época todo el mundo usaba el sombrero. Desde que nacía una persona tenía algo en la cabeza y encontrar una vestimenta especial era tener oro en polvo en tu cabeza, el sombrero, era una manera de vestir, de ser diferente. Todo el mundo usaba sombrero y se encuentran con un producto que era la toca, que además el peso era impresionantemente liviano y como dice en las actas, los españoles pensaban que eran hechos de alas de murciélago, de lo fino que eran, se encuentran con un producto tan liviano y bello, fácil de transportar, a caballo, en mula, era fácil llevarse 200 sombreros, era una maravilla. Todo lo que se embarcaba llegaba a un solo sitio y preguntaban de donde viene el barco, de Panamá, todo quedaba con el nombre de Panamá. Hoy si es que el Ecuador pudiera posicionar su nombre, como ecuatorianos fantástico, pero que no se hagan estupideces. No puede ser posible que ahora el presidente Uribe use sombrero de paja toquilla todo el tiempo y la paja toquilla es de Chongón-Colonche, de nuestra zona, hechos en Sandoná en Colombia y que los vende su hijo y los vende como el Genuine Panama Hat. No es ningún pendejo. ¡Sombrero de paja toquilla colombiano! Porque hubo aquí otro “genio”, un ecuatoriano, que decidió que el sombrero de paja toquilla no debe llamarse Panama Hat, sino Ecuadorian Hat, el mal genio de Lucio Gutiérrez dijo que debe llamarse “Sombrero Ecuatoriano”. Y hubo tercero, más espectacular que ellos, que llegó al poder obviamente y que lo llamó el “Toquilla Straw”.

¿Toquilla qué…?

Toquilla Straw, que significa paja. Tradujo paja toquilla a toquilla Straw y sacan un libro, promocionado en el mundo entero, que se llamaba Ecuador Exporta, en el que el Ecuador exportaba toquilla Straw. Coincidencia, yo estaba en Londres, en una feria internacional y mientras nosotros vendíamos toquilla Straw ¡que nadie conocía en el mundo entero!, ¡que nadie sabía lo que hacía!, los colombianos vendían los Panama Hat y con nuestro propio libro, porque esa gente sabía que es ecuatoriano y si te vendo a voz un Rolex alemán, no importa que Alemania sea el primer mundo, pero si me intentan vender un Rolex alemán, ya me hacen dudar, o no, porque es suizo y si no es suizo ¿de qué estamos hablando?, si es alemán, ¿qué diablos pasó?. Entonces, empieza Colombia a posicionar en el mundo que el sombrero de ellos, el Panama Hat, es de ellos, porque el Ecuador no exportaba Panama Hat, sino toquilla straw. ¡Y acá somos tan nacionalistas! En el mundo entero hablan de Panama Hat y el Panama Hat es ecuatoriano.

¿Se ha patentado el nombre?

Yo he sido uno de los luchadores sobre este tema. Por luchar porque se llame Panama Hat me mandaron sacando de la Federación de Toquilleros, que yo mismo llamé y fundé. Se reunieron los exportadores para generar un espacio, con Moreno, con Ortega, con Dorfzaum, que yo mismo fui parte del tema. Pero ellos tienen el concepto de exportar a través de la marca Ecuadorian Hat, porque Fernando Moreno está en el gobierno, está de subsecretario de comercio, entonces el también tiene en la cabeza de que debe de llamarse Ecuadorian Hat. ¡Si ni a él le vemos en el periódico! Está en un puesto y yo nunca le veo a Fernando Moreno. Debe ser su trabajo tan bueno, tan silencioso, que nadie le ve. Y quiere cambiar a un concepto, que no suena, que ni el mismo creo que lo ha escuchado. Pero, en el exterior hay gente que está con las antenas puestas, para escuchar que nosotros digamos que el Panama Hat no es ecuatoriano. Tenemos el vecino de acá arriba, Colombia, que está con las orejas atentas porque está haciendo negocio, lucrativo. Hay un problema social en Jima, en Déleg, en Gañansol, ¿porqué?, porque estamos tratando de reemplazar el tejido del sombrero pero ¿versus qué? Tratamos de que la gente teja chompas de lana, ¡cuánto daño hicieron con las chompas de lana!, cuanta gente dejó de tejer paja toquilla y ahora está más jodida que antes. Y Colombia, están al lado nuestro, son los dioses del marketing y nosotros solo lo malo vemos, lo bueno no lo copiamos. Es el caso de Juan Valdez, espectacular. Y el tipo usa el sombrero de paja toquilla, Juan Valdez ha sacado un producto último, el top de los cafés y está con un sombrero mis respetos, igualito al que usa Uribe. Ahí está el tema. La gente le ve y el posiciona dos cosas, el café y el sombrero. Y nosotros aquí, bien gracias, porque como somos súper nacionalistas, recontra ecuatorianos, estamos dejando morir a un producto que genera un problema social. No le van a matar a Paredes, el no se va a morir de hambre, se morirá de otra cosa, si me entiendes, el problema no es mío. Ni de Ortega… ¡No!, el problema es más atrás, ¿qué le vas a dar a la gente? Es una forma de vida la que se pierde.

¿Volvemos atrás en la pregunta, la artesanía tiene fortalezas?

Hay que darle su valor. Yo hice un inventario del Centro Histórico. Es comercial. Aquí no tienes almacenes artesanales para nada. En Cuenca no hay nada. Exactamente hay 10 sitios artesanales y eso es todo. La gente viene acá y sabe que comprar, es Centro de televisiones, radios y cosas así por el estilo, eso es Cuenca. Estamos divididos. Hay conocer Cuenca a pata y vean donde está la Cuenca artesanal, ¿dónde están las artesanías de Cuenca? Por Dios.

¿Y en El Vado?

Entonces allí es importante dónde están. Un sector específico. ¿Cuánta gente vive alrededor de eso?, pero están mimetizados y peleados. El tema es sacarles, darles su punto, yo llamaba la esquina de los sombreros a la esquina de la Tarqui y Calle Larga, porque en un radio de 300 metros exagerando están toditos los sombreros. Solo tenemos que decir que la calle de los sombreros está allí y listo y solo con eso, créanme, ya posicionan el tema. Yo vivo de encuestas y de realidades, hice una encuesta sobre el tema del Panama Hat, porque tengo un sitio con el cual quiero vivir del turismo, espero algún día, he hicimos una pregunta ¿conoce el tema del Panama Hat?, ¿sabe que es un Panama Hat?, y el 100% decía que sabía. Chilenos, bolivianos, españoles, ingleses y no en mi casa, porque sería una respuesta sesgada, sino en el Parque, en todas partes. ¿Que es un Panama Hat?, y lo enfocaba comercialmente por lo del Museo del Sombrero Panama Hat, sin que la gran mayoría conociera que existía el Museo, entonces es una fortaleza que tenía que trabajar. Pero de que la gente sabía que es un Panama Hat, lo sabe, pero lo que tenemos que decir es que los Panama Hat están en cierto sitio no más y allí vendríamos a posicionar al Vado. Históricamente todos los sombrereros estaban alrededor de El Vado.

Pero no solo sombrereros hay en El Vado, hay gente que trabaja chalinas, metales, cincelados, artistas con propuestas nuevas partiendo de lo artesanal, peluqueros que se consideran artistas, bordadoras de polleras…

En el tema de las polleras, yo se exactamente cuantos tipos de polleras existen. Porque tu no puedes perderte en tu entorno. Para tener un negocio, tengo exactamente que saber en que dirección están las polleras. La segunda cosa más importante que tenemos en El Vado son las polleras. Luego de eso viene el tema de los latoneros y todo lo demás. Es un centro artesanal y cultural. Tienes la Casa de la Lira. El Pase del Niño nace en El Vado. El latir del corazón de Cuenca es el Vado, perdónenme. No es el Parque Calderón. El Parque es un sitio bonito, es la parte de la leyenda, pero que el bombea, el que está allí un poquito al lado izquierdo es El Vado. Siempre fue así.

¿Cómo ves el futuro de El Vado?

Yo veo a un Cuenca integrado, que tiene un destino, que para mí es turístico. No tomo a la ligera al decir esto. Hice una encuesta a la ciudadanía sobre en donde le ve a Cuenca, como le ve de aquí a 20 años. Y la respuesta fue, como una ciudad turística. Partamos de allí. Como le ve a Cuenca, cultural. Entonces, yo creo que El Vado reúne todas las fortalezas para que eso se desarrolle como un centro cultural, artístico, artesanal, pero es una cosa inmediata y ahora se viene la idea del tema de los peluqueros, ¿por qué no promocionar un corte de pelo a los turistas? ¿Saber el costo de cortase el pelo en otras partes?, es bárbaro. Pero yo no creo que los gringos se dejen cortar en El Vado, pero si a la imagen del barrio le pones magia, la magia de que debe tener El Vado, a lo mejor podemos hacerlo. Pero yo le veo como un lugar absolutamente cultural. Además, tiene la arquitectura cultural, por historia es cultural. No hay nada que hacer.

La palabra reliquia se aplica a El Vado, en el sentido de lo que hay que conservar, que cuidar, que proteger para que no sea destruido. Hablemos un poco de la arquitectura afrancesada de El Vado.

Le tomas una foto a El Vado y por ningún lado te pierdes de que el concepto es afrancesado, por ningún lado, es visual. Ya El Vado está posicionado, lo que nadie ha hecho es venderle o nadie ha tenido la iniciativa para verle de otra manera, o rescatarle. Cuando hablamos de una reliquia, estamos hablando de dos conceptos, uno tú la puedes mostrar pero con mucho cuidado y otra, que la reliquia te puede servir pero solo a voz. El Vado es como la reliquia que ha estado guardada en el cofre de la abuelita, que pasa de una mano, a otra mano y que nadie se ha dado cuenta y de pronto descubres que ha estado la reliquia allí. Es lo que nos pasaba antes con las obras de Caspicara o que se yo y que nadie sabía, hasta que alguien se dio cuenta de la belleza que tenían. El Vado es eso.

¿Qué crees que le hace falta a tú espacio en El Vado, el Museo del Sombrero?, ¿qué hace falta para concretarlo?

Yo tengo concretado apenas el 30% de todo lo que quiero hacer. Para la cosa está enterita. No es por nada, pero yo me siento como uno de los precursores del desarrollo de la Calle Larga, bajo el concepto de romper espacios. Abrir una galería en la Calle Larga, al lado del Mercado 10 de Agosto, era casi absurdo. Porque había obviamente la cultura de que quienes iban a esos espacios era la gente de dinero, la gente cultural y económicamente alta y cosas por el estilo y rompimos esquemas. Además, una galería adentro, no a la calle. No por nada, pero con el Tito Astudillo, cuando abrimos la galería, teníamos cada noche 120 personas, por inauguración, cuando, no es por nada, la galería Larrazábal a veces tenía bajones de 20 personas. Así es el tema. El presidente de la Casa de la Cultura expuso allá cuando tenía todos los espacios para exponer aquí. Qué quiero decir con esto, a veces cuando uno sueña y sueña en grande, yo estoy a veces contra los estudios de mercado porque son buenos y malos, porque te coartan los sueños.

¿Por qué la gente va a comprar en El Vado si es peligroso?

Exactamente. Hay te roban, allí hay ladrones. Ahora, lo que sí ha sido para mí es súper mal manejado, como hay muchas cosas que han sido mal manejadas arquitectónicamente aquí en la ciudad. Para mí la subida al Vado, la vereda de El Vado, debería volar siquiera un metro o dos metros, hacia El Barranco, para generar una vereda ancha, grande, para que el peatón pueda caminar por allí, una vereda que vuele, que genere un espacio soñador, que tú te sientas prácticamente encima del río. Una vez lo dije, pero a veces se creen tanto que hasta lo pueden hacer y ya no se dan cuenta quién lo dijo. Pero ya no importa, lo que importa es que lo hagan. Imagínate al Vado con una vereda ancha, porque el problema que tenemos es gravísimo, súper peligroso, no hay como cruzar de la Tarqui al frente.

¿Crees que debe ser eliminada la circulación del transporte pesado por la calle La Condamine y la Calle Larga?

Cuando me hacen esas preguntas me encanta porque me tocan la fibra. Yo generé para El Vado un plan de manejo vial. Entre esas estupideces que yo tengo, tengo esas cosas, sí. Un día lo planteé y lo hice caminando. Caminé El Vado, todo el sector, días enteros, para luego hacer un proyecto, yo, dibujado por mí, que fue tratado en el municipio y entiendo que luego lo botaron a la basura. Obviamente, que yo dije que cumplo como ciudadano. Primera cosa, jamás debió abrirse la 3 de Noviembre para subir al Vado, es estúpido. Si tú coges hacia El Vado tienes dos posibilidades, coges  a la derecha o a la izquierda y subes por el puente de más abajo. Más allá, cerca de la gasolinera tienes una avenida anchísima, donde han puesto una cevichería. Por las condiciones esa debería ser una doble vía. Si vos te das cuenta, tiene una capacidad tremenda esa subida. Para acceder directo a San Sebastián y al centro. Fácil y descongestionas una barbaridad El Vado. Hay cosas que son puntuales. Yo me planteé alguna vez que El Vado debe ser al revés, bajada. Y solucionas un problema bastante grande, cambiando el sentido mental de las cosas. El la Calle Larga, solo si los buses suben El Vado y cogen el lado izquierdo, no el derecho. En el mercado 10 de Agosto existe un espacio reservado a los taxistas, si en esa entrada funcionara un sitio para que se bajen pasajeros, vos cogerías el lado izquierdo y podrían coger la General Torres, que hicieron la estupidez más grande, porque eso sirve para 4 taxistas que se parqueen allí, si vos le bajas la General Torres como estaba antes, descongestionas todo el tema de El Vado. A quién estamos beneficiando, hay posiblemente intereses de gente del mercado, porque si vos ves casi no hay ni tráfico. Si hay posibilidades.

¿Reconoces que hay un problema de tráfico, un problema de contaminación?

Totalmente, pero solo por descuido, realmente es descuido.

¿Es falta de organización?

Yo creo que falta organizarnos los moradores. El problema grave es que no se pueden organizar porque la gente no vive allí. Ahora están haciendo tantas cosas, como para mandar sacando a la gente del centro. Vos no puedes vivir en la Presidente Córdova por la cantidad de buses que tiene, es bárbaro. Yo me quedo en El Vado porque tengo una casa que da al río, pero perdóname si no tuviera eso ya no estaría allí. Son cantidad de casas, de gente, que los dueños obviamente no viven allí. Entonces, yo no puedo organizar a gente que no vive en el lugar.

¿Crees que el despoblamiento del Centro Histórico obedece a una intensión política o es un proceso que puede vivir cualquier otra ciudad?

Yo creo que la intención es buscar protagonismo combinado con una ignorancia bárbara, desde luego que proviene de las personas. Esa hermosa planta que está allí, de pronto voy y la pongo en tu sala, porque yo considero que esa planta es divina. Se me ocurre que va a quedar bien en tu casa. Y voy y te dejo, y te la pongo en la sala, en un rinconcito. Esta bien. Y te digo encima, no seas tonto, está bella la planta. Pero no es eso, tiene el objeto que ser útil, la belleza tiene que estar concordando con las necesidades. Ejemplo, el parque de las flores, para tocarte solo un tema. Ahora hay cantidad de gente que nos da diciendo como es lo bello. Se le ocurre a todo el mundo y más en el tema turístico en el que estoy metido yo, hay una gama de sabiondos espectacular. Todo el mundo hace las cosas para el turismo y nunca se nos pregunta a la gente que estamos en turismo, realmente en qué nos beneficia. Cómo puede ser que no se nos pregunte, aunque sea para decir tontamente, oiga ya ponga, ponga, porque ha de estar lindo. Y no es así. Aquí hay un desinterés total por comunicar, pero sí de protagonizar.

¿El municipio toma en cuenta a la Cámara de Turismo?

Para nada.

¿No tiene ninguna representatividad la Cámara dentro del ámbito municipal?

Para nada. Que yo sepa.

¿Cualquier intervención en El Vado está desprotegida?

Estamos desprotegidos.

¿Y la Universidad que interviene el Patrimonio Cultural de El Vado?

Van saliendo personas que estaban allí, en la Casa de los Arcos, pensé que estaban reorganizándoles  como el tema del peluquero, que se le ha hecho fama. Te soy sincero, no se cual es el problema social. Ahora, la realidad es que como en todas las cosas, no somos colectivos. Siempre digo, los cuencanos somos demasiado inteligentes, pero para mí es uno de los pecados que tenemos. Somos a veces demasiado pilas todos, nadie da espacio a que haya alguien que sea más pilas que uno. No hay otra cosa. Yo soy pilas y yo soy pilas. Y se acabó el cuento. Y conmigo, mientras yo sea pilas y tenga un puesto donde me ponga más pilas, soy el dios de las pilas y a mi nadie me pelea en ese tema. ¡Y eso es joda!, ¡es una joda absoluta! Acabo de estar en Loja y me encuentro con una calle que se llama Lourdes, espectacular. Hay un barrio de San Sebastián, me he quedado loco, pero loco de loco. En Loja, que recuperación de la ciudad, que espectacular. Me fui como presidente de la Cámara de Turismo y me encuentro con otra particularidad, que los lojanos, que no son tan pilas, son medio pilas no más, necesitan de los otros, de los que saben. Entonces en una reunión sobre el tema turístico estaba el presidente la Cámara de Turismo, el director regional de turismo, el alcalde de la ciudad y algunas otras personas encargadas del tema. ¡Aquí eso!, estamos locos, es imposible de hacer. Los problemas de la ciudad se resuelven a través de la unión de las partes. El tema protagonismo al que me he referido, yo voy a estar aquí 2 años, de pronto saldré 50 o 60 veces en la prensa, pero me va a tocar dejar esto y regresar a lo mío. Por eso quiero vivir del turismo. Necesito de gente que sepa, si no sé las cosas, porque tengo que hacerme el que sé. Tenemos que unirnos. La Universidad tiene muy buenas intenciones, pero ¿está sociabilizado el asunto?, ¿estamos realmente generando el espacio lógico para que las intervenciones tengan la acogida que ellos quieren tener o solamente son fachada?, con la plata que invirtieron en refaccionar la Casa de los Arcos, con la tercera parte de la plata yo hice mi Paseo del Barranco. Con la tercera parte. Entonces yo creo que hay que socializar, de pronto ese es otro problema serio que tenemos. Por tenemos también la Fundación del Barranco, oye ¿dónde está El Barranco?, oye ¡no seas malo! Estamos fregados. Ahí vienen nuevamente los pilas y los inteligentes. Nos dan haciendo todo. Como nosotros somos giles. Un trabajador de papá tenía un dicho “hacer y deshacer, todo es hacer”. Te cuento el cuento, mi taita era un tipo jodido, fue jodido, agradable y todo lo demás, entonces se le ocurría al viejo que algún cuarto era muy grande. Llamaba al maestro Sangurima, mídeme este cuarto para hacer dos cuartos, le ponemos una división y este maestro Sangurima trabajaba para papá 40 años. Nunca le dijo no a nada. ¿Qué necesitamos?, ladrillos, ya, hacía el cálculo de los ladrillos, necesitamos tantos ladrillos, anda a traer y como yo era el guambra de los mandados, a traer ladrillos. Solo porque mi viejo se despertó pensando que faltaba una pared. Entonces el maestro con los ladrillos, el cemento, ta, ta, ta, ta, ta, ta… Entonces venía una hermana, mi mama, ¡qué estas haciendo Rafael!, arreglando este cuarto, no les gustaba, entonces pongamos una ventana para que se vea, quito 4 ladrillos y pongo una ventana. Ponía la ventana. Eso duraba lunes, martes, miércoles, el jueves, estas loco como vas a dividir esta habitación tan divina, semejante barbaridad. Tienes razón. El viernes, boto esa pared. La pared en el piso. Entonces venía el maestro Sangurima, jefe de la semanita. ¿De las semanita?, que has hecho psss, no has hecho nada. Jefe, hacer y deshacer, todo es hacer. Eso está pasando con Cuenca.

¿Crees que la Plaza de las Flores?

En todo, en todo. ¿Alguien gana con eso? Hay un maestro Sangurima metido en todo esto, por Dios. Hay un maestro Sangurima metido en todo esto. El tema es, hasta cuando ganan los sangurimas y hasta cuando nosotros nos nutrimos de esta cosa.

¿Qué espacios tiene?

Tiene algunas salas. Es un museo interactivo. No es un descubrimiento mío. Existen en el mundo desde 1970, más o menos. Lo que pasa es que nunca se ha dado ese énfasis a lo que es un museo. Todavía a mí me siguen quitando de las guías como museo. Pero nunca se atreven a decir que no soy museo. Creo que no me dicen, pero por detrás hacen las cosas lo máximo posible para decir que no soy un museo. A mí me encantaría que me digan que no soy un museo. Porque ya yo fui nominado por un grupo de museos, como el mejor museo interactivo posiblemente de América Latina. Fui nominado y sabes por quién, por el director del Museo de Sao Paulo, por el director del Museo de Río de Janeiro, por el director de un museo de México, que visitaron mi casa y lo tengo por escrito. Por eso me encantaría que alguien me dijera que no soy un museo. Por eso me encantaría que alguien me diga que no soy un museo, me encantaría. Porque el concepto museográfico solamente tiene que ver con 4 piezas detrás de un vidrio. Para mí un museo debe ser interactivo, que tenga piezas de algún interés colectivo y que esté abierto permanentemente al público. Lo interactivo es que lo puedas ver, tocar y analizar. Tengo una sala que yo le llamo de los metales, porque básicamente están cosas de aluminio o que tengan algún tipo de metal, la otra es la sala del compositor, la otra es la sala del tejedor, luego vamos hacia el proceso mismo del terminado del sombrero de paja toquilla. Alguien hacía una comparación muy simpática y rápida, que si pusiera muñecos de cera en vez de gente que maneje las máquinas y no se pudiera tocar nada y me pusiera a cobrar un dólar por entrada, creo que me haría rico. Tienes cantidad de sombreros, de diseños, de colores, de formas, eso es, la gente llega y convive con el tema de la paja toquilla. Yo no le voy a dar gusto a alguien que cree que museo es algo estático. Mis máquinas, que están funcionando, pueden estar en cualquier museo del mundo y de hecho lo están en Inglaterra. Es una maravilla, así vieja como está, con su carácter, su malgenio, es una maquinita que todavía da satisfacciones a la gente, son una serie de instrumentos que si los saco de ahí o les dejo ahí simplemente, se convierten en un museo. Toda esa parte es movimiento museografía y no crean que fotográficamente es coincidencia, pero yo tomo muchísimas fotos para poner las cosas. Las cosas están puestas porque previamente hubo un estudio fotográfico, quiero que cada foto de mi casa te diga algo, yo trabajo de esa manera. Nosotros sabemos hasta dónde estamos yendo, porque todo es parte de un museo.

¿Tienes algún apoyo de las autoridades locales, municipales o estatales?

Cero, ni siquiera la posibilidad de acceder a un crédito.

¿Hay mucho por trabajar?

Esto me da solo satisfacción. Eso es todo. Es corazón, es otra cosa. Me puedes buscar lo que quieras, pero no encuentras un Juan Fernando millonario, pero sí un tipo con muchas satisfacciones. Nosotros tenemos otro tipo de reciprocidad y tenemos problemas financieros gravísimos, el gobierno no te ayuda para nada, el municipio te castiga. El tema de la galería, ponerse ese tipo de cosas, ser galerista es lo peor que puede hacer alguien en la historia. ¿Cuánto ganas? Si vendes un cuadro al mes es porque tienes una galería pepa. ¿Qué incentivo tenemos? Lo más fácil es cerrar. Ahí viene el tema del desarrollo cultural. El desarrollo cultural es alguien que está dedicado solamente a una galería, no creo. Lo nuestro es un centro cultural, la gente lo dice, yo creo que el incentivo hacia la cultural tiene que venir de la parte gubernamental, pero como algo real. Yo creo que por amistad acepto este tipo de reuniones. Porque ya sabemos que esto es chendo. Perdona que te diga así la verdad. El otro día la Corporación Financiera nos dio cantidad de folletos para pedir la plata, ¿sabes cuantos folletos me han dado en mi vida, durante 40 y pico de años?, tendría para empapelar una pared, entonces se vuelve una sinvergüencería. Te vas allá a pedir un crédito y es peor que sacar una tesis de grado, para ser calificado en Harvard, es imposible. Entonces una cosa es hablar, lo nuestro es lindo para el discurso, porque el discurso es espectacular, es apasionante, pero en la práctica. Ve lo que pasa con Marcelo Cabrera, habla mucho sobre el turismo y a la larga ¿qué? Tiene un problema grave con la Fundación, no se está pasando, pero no se da la plata nomás. La Fundación está atrasada desde hace rato con los dineros  Si la Fundación de Turismo de Cuenca ha hecho un buen trabajo y sí ha hecho algo de trabajo la Fundación, se da por cierto tipo de gestión, pero debe facturas desde el año pasado. No puede ser posible. Si no fuera porque está allí la señora (Gladis Eljuri), no se hubiera hecho nada. Porque si estaba otro y durante 7 meses no te dan la plata, entonces no pasa nada. El tema es ese, tenemos que generar una credibilidad, eso es un poco lo que queremos hacer aquí en la Cámara de Turismo nosotros, generar credibilidad. Con personas que te ayuden, no con detractores con un desconocimiento bárbaro. El otro día una señorita en ventanilla que cobra la patente y por ese tema tuve que llamarle el otro día a Marcelo Cabrera. La gente va a pagar la patente y la señorita dice, ya no irá a pagar a la Cámara porque esos no hacen nada. Esos no hacen nada, entonces no tienen derecho de cobrarle. No pague. De allá vienen y me avisan a mí cerca de 15 personas. Yo también podría decir libremente, no paguen al municipio, porque el municipio no hace nada. ¿Qué ha hecho por Juan Fernando Paredes, que ha hecho por voz, por uno a uno? Pensemos en la colectividad, pensemos que algún rato el municipio va a generar bien colectivo. Está atendiendo a los sangurimas.

¿Hasta cuándo aguantar?

Somos gente que todavía estamos batallando día a día, con este soñador que abre las puertas de su casa en El Vado, pero es bien jodido, súper jodido y mal entendido además. Porque, ha solamente por intereses tuyos, o tuyos. La gente es tan simple, para calificarte las cosas, que no se dan cuenta del esfuerzo sobre humano que pone uno por el desarrollo de algo. Acá tenemos que cambiar, el cuencano tiene que abrirse a conceptos de unirnos, de generar criterios entre diferentes personas y sacar el mejor criterio. Se han escrito tantos libros, las cosas que se enseñan en las universidades, la gente que ha escrito lo que le ha dado la gana y aquí no hay nadie que diga nada.

Un pensamiento en “Juan Paredes Museo del Sombrero

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